sábado, 29 de octubre de 2016

Curso de Formación Política "La conducción política y social como arte superior" (Clase V)


“EL MODELO ARGENTINO Y EL ARTE DE LA CONDUCCIÓN”



Clase V

“EL MODELO ARGENTINO Y EL ARTE DE LA CONDUCCIÓN”

Principales conceptos

  1. En la gran política lo más importante es decidir desde lo propio, movilizando unidas las energías y fuerzas nacionales hacia el modelo de país que anhelamos.

  1. Esto significa tomar la iniciativa en el orden exterior e interior, para construir “poder” como sistema compartido signado por el bien común.

  1. Un poder con visión estratégica y sentido social que abre camino ofreciendo  posibilidades para todos y no sólo a un sector.

  1. La fe imprescindible de un pueblo en su realización la define y decide, exigiendo imaginación, creatividad, honestidad  y constancia en la implementación de sus propias herramientas políticas, económicas y sociales.

  1. Por el contrario, la aceptación de un modelo impuesto por la globalización tecnocrática y la mundialización financiera lleva al fracaso; porque la desigualdad no es la causa sino la consecuencia de un esquema dominante.

  1. La mera ”gestión” de gobierno como rol administrativo, aún suponiendo un esfuerzo voluntarista, es insuficiente para asistir a la masa excluida por el carácter sesgado y especulativo de la concentración económica (monopolios y  oligopolios que se imponen sin limitación).


  1. Una nación substancial, no aparente, necesita, más que “gestores”, conductores y estadistas que logren la síntesis operativa de idealismo y realismo, de aspiración y posibilidad.

  1. La clave es concordar y concertar los grandes objetivos necesarios y sus lineamientos de acción, para poder actuar con éxito en el complejo ajedrez de los intereses regionales e internacionales.

  1. Necesitamos evolucionar del Estado-individuo al Estado-institución, para obtener la organicidad, la potencialidad y la continuidad requerida por un proyecto estratégico (la teoría errónea de un “Estado nacional mínimo” es funcional al mundialismo trasnacional).

  1. En el marco republicano, debemos perfeccionar nuestro ejercicio de la democracia representativa (“de, por y para el pueblo”), integrando los nuevos elementos de la democracia participativa (“con el pueblo”).

  1. Para madurar en esta perspectiva sin violencia, donde la fuerza, la solidez y el impulso vienen del grado de capacitación  de cuadros y bases, es preciso elevar el nivel de conciencia política, evitando el entrismo, el oportunismo y la manipulación que son los vicios tan habituales de la politiquería.

  1. El trabajo en equipo y en red es el más adecuado para generar nuevas estructuras y formas de representación y de acción, superando el espontaneísmo y las contramarchas  producto de la falta de preparación y plan.


  1. La autoridad es una función de conducción y no de dominio: “conducir no es mandar sino persuadir”.

  1. Una conducción inorgánica cae en el individualismo, la arbitrariedad y el autoritarismo, que son su negación. Una conducción orgánica, en cambio,  incluye habilidades de comunicación, negociación  y disuasión, ya que: “mejor que vencer es convencer”.

  1. La conducción, en tanto servicio mayor a la comunidad, se manifiesta en los sistemas de “economía mixta” (empresarial privada y empresarial estatal), asegurando su complementación mutua con eficacia y sin negociados.

  1. La palabra ordenadora y promotora de la conducción “hace y hace hacer”, mediante conceptos efectivos, sentimientos sinceros e imágenes atrayentes: la vulgaridad revela ignorancia.

  1. La mirada previsora y organizadora de la conducción tiene el don de descubrir las líneas de resistencia de una situación; y a la vez, identificar las fuerzas dispuestas a su convocatoria para sumarlas.

  1. La crítica, como modo del conocer, se diferencia de la noción primaria de reproche o represión, profundizando el saber, la comprensión y la experiencia política.


  1. El liderazgo implica las virtudes personales que dan brillo a la conducción orgánica y facilitan el desenvolvimiento estratégico.

  1. Se distingue de la mera “jefatura” formal o burocrática porque reúne: vocación, abnegación y carisma.

  1. La organización se humaniza, superando el “mando” mecánico con un liderazgo fraterno que protege y desarrolla la personalidad y valoración de sus integrantes.

  1. El liderazgo de actuación es simulador y declamativo; el liderazgo de acción es concreto y efectivo: su mejor campaña electoral es el buen gobierno.

  1. Liderazgo sin mesianismo; entusiasmo sin triunfalismo y prestigio sin elitismo: la verdadera excelencia es generosa.

  1. Respeto sin temor; adhesión sin obsecuencia y lealtad sin sumisión: la verdadera militancia demanda participar con dignidad.




sábado, 22 de octubre de 2016

Curso de Formación Piolítica Viernes, 21 de octubre de 2016


Clase IV “VIGENCIA Y ACTUALIZACIÓN DE LA TERCERA POSICIÓN”



Clase IV

“VIGENCIA Y ACTUALIZACIÓN DE LA TERCERA POSICIÓN”

Principales conceptos

  1. La concepción de la tercera posición nace de un pensar estratégico “situado” en nuestra realidad, para servir los intereses argentinos permanentes.

  1. El “sujeto histórico” de esta visón geopolítica es la comunidad nacional, cuya doctrina prevé la evolución del nacionalismo al continentalismo y luego al universalismo (no al mundialismo de las corporaciones).

  1. Ya en 1953 esta concepción propuso la integración de Suramérica a partir del proyecto ABC con los grandes estadistas: Perón por Argentina, Vargas por Brasil e Ibáñez por Chile.

  1. Y en 1957 celebró como propia la firma de los Tratados de Roma, entre la Francia de De Gaulle, la Alemania de Adenauer y la Italia de De Gaspari, gérmen de la Unión Europea (UE).

  1. Ambas acciones surgen de la unión cultural sedimentada en valores superiores y orientan la integración económica fortaleciendo a los Estado nacionales. La clave: proyectarse juntos hacia el exterior ante los imperios de postguerra (Washington y Moscú).

  1. Estos imperios fracasaron al prometer un nuevo orden internacional equitativo y justo, culminando en la codicia desbordada del llamado “capitalismo salvaje” (Juan Pablo II) y el totalitarismo soviético del “capitalismo de Estado”. 
  2. La unión económica basada en la integridad de los Estados fue declinando hasta ser infiltrada primero y sustituida después por una economía dominante, arbitrada por las corporaciones transnacionales.

  1. Entre las décadas del 80 y 90 la decadencia política general consideró al mundialismo económico y la globalización tecnocrática un determinismo inmodificable y no una alternativa derivada de relaciones de poder, por el predominio del gran mercado financiero y las nuevas tecnologías.

  1. Los partidos “conservadores” trataron de asumirla a expensas de convertirse en neoliberales, y los partidos “socialistas” acompañaron el proceso al precio de transformarse en meros moderadores de sus peores efectos y no en verdaderos reformadores del régimen.

  1. Esta abdicación de las burocracias políticas de las competencias fundamentales de los gobiernos y Estados nacionales, agravó la crisis de representación y representatividad del  sistema institucional formal de la democracia no participativa.

  1. La “clase política”, impotente para modificar esta situación, se aisló cada vez mas de las necesidades y aspiraciones ciudadanas y, encerrada en sí misma, tejió una trama oscura de interese espúreos y corrupción impune.

  1. La desigualdad impuesta por las maniobras del ”tecnocratismo” y el “burocratismo”, como se da en Bruselas, sede de la UE, amenaza ahora lo básico del sistema  democrático; y genera por “ derecha “ o “izquierda” nuevas organizaciones que articulan el descontento popular, aún con  coaliciones endebles (Podemos; Ciudadanos; Cinco Estrellas; Syriza; etc).


  1. El fenómeno se expande en todos los países, con corrientes  aislacionistas y separatistas como observamos, entre otros, en Inglaterra (Brexit), Francia, Italia, España, Grecia, Alemania,  Austria e incluso Estados Unidos.

  1. Por tal razón, el “sujeto jurídico” para efectuar las reformas necesarias, al sistema institucional, sin caer en aventuras riesgosas, es el Estado nacional; que debe abrirse a la participación de la sociedad, desechando las estructuras cerradas e insensibles y la tentación autoritaria.

  1. La máxima responsabilidad es política, no técnica, para estimular el desarrollo real e integral, y no el “rescate” falaz de la usura financiera, hipotecando el futuro con  empréstitos.

  1. La sabiduría de la gran política y no la ignorancia de la “pospolítica”, tiene que persuadir, dialogar y concertar, para convertir la adversidad en acicate de la conciencia colectiva y mejorar la práctica social interna.
  2. La unión, pacificación y estabilidad del país es siempre el recurso estratégico más importante.

  1. Desde este cimiento debemos concentrarnos en como aprovechar las oportunidades que los cambios de ciclo plantean, para implementar una diversificación productiva sustentable e inclusiva, con peso regional y presencia internacional.


  1. El desorden mundial con aumento de la conflictividad política, económica, militar, migratoria y étnica exige una agenda exterior con énfasis en el interés nacional, sin funcionarios de mentalidad dependiente (sumisos a la “colonización pedagógica” que señala Jauretche).

  1. Esta agenda, consensuada parlamentariamente, debe proteger nuestros valores e intereses esenciales en los acuerdos internacionales y ser especialmente cauta en los llamados “tratados de libre comercio” con asimetría económica.

  1. Nuestro eje principal es: la soberanía política con cohesión territorial y sin alineamientos automáticos; la independencia económica razonable y con impulso al desarrollo científico-tecnológico propio; la cultura del trabajo y la justicia social; y el respeto a los derechos fundamentales de las personas y los pueblos.

  1. Es el momento de aprovechar el resurgir del “proteccionismo” que se está verificando incluso en los países más desarrollados, para repatriar capitales argentinos en el extranjero, con atención a un criterio productivo y no especulativo.

  1. Agregar valor a nuestras exportaciones agrarias y asociarse eficazmente con las corrientes de intercambio que amplíen la matriz productiva y potencien nuestro desarrollo industrial.

  1. La Argentina tiene un gran potencial por su posición geográfica, producción alimentaria, reservas acuíferas y desarrollo nuclear que la habilitan para una diplomacia superior. En este contexto, reafirma su vocación por la paz regional y mundial, y su destino de tierra de promisión.


viernes, 7 de octubre de 2016

“EL CONOCIMIENTO EN ACCIÓN”



Núcleo temático 1 - Parte 2

“EL CONOCIMIENTO EN ACCIÓN”

Principales conceptos desarrollados el 30 .9.16
Memoria y consolidación


  1. El conocimiento vital y dinámico que procede de la identidad cultural florece como vocación militante.

  1. El trabajo de pensar genera el pensar para el trabajo: no es un pensamiento ocioso o estéril.

  1. El trabajo de pensar conceptual y productivamente define a los “constructores de la sociedad” (Juan Pablo II)).

  1. Una cultural es nacional cuando tiene inscripto un plan de vida y de realización comunitaria.

  1. La cultura nacional, en su faz política, culmina con la “formación orgánica” de conductores superiores y liderazgos de equipo.

  1. Hay que lograr la calidad de la excelencia (no el elitismo), y una franja  compatible de cuadros con capacidad de impulso y expansión.
 
  1. En el pensamiento nacional, la guía de los arquetipos espirituales es fundamental porque son ejemplos referenciales insoslayables: próceres, héroes y lideres históricos.

  1. El “mito”, no como mistificación, significa la representación metafísica de grandes verdades; y como tal señalan principios y valores permanentes.

  1. La memoria histórica es un proceso cultural que interconecta los momentos culminantes de la trayectoria de un pueblo, definiendo el “ser nacional” de modo actualizado al presente y proyectado al futuro.

  1. La proyección sustentable del “nosotros histórico” promueve la estrategia nacional como visión del país anhelado, los grandes objetivos que lo verifican y líneas de acción adecuadas y eficaces para lograrlo.

  1. Es un movimiento del espíritu, pleno de mística y de sentido, que destaca  ideas esenciales con la fuerza de la pasión, pero sin la irracionalidad del  fanatismo.

  1. “Cabeza fría y corazón caliente”, no al revés.
  
  1. Debemos desarrollar equilibradamente nuestra voluntad de ser, de saber y de hacer.

  1. Saber apreciar y conocer la teoría y la técnica, pero sin caer en la actitud intelectualista y tecnocrática.

  1. El arte superior de la conducción política va de la “razón pura” a la “razón práctica”.

  1. Es una razón concreta que se expresa en un ideal alto pero posible, no utópico y que evalúa con realismo las necesidades, aspiraciones y posibilidades del pueblo y su grado  organizativo.

  1. En un equipo político es crucial la “unidad de cuerpo” que se origina en la vivencia intransferibles de compartir una misma militancia.

  1. La amistad, el compañerismo y la camaradería generan naturalmente una congruencia de: palabras, gestos, actitudes y acciones.
 
  1. Así se accede progresivamente al nivel de “formación de la conciencia nacional, no sólo como participantes de una organización, sino como cuadros creadores e innovadores.

  1. Sin identidad nacional, no hay conciencia nacional y sin ésta no hay estrategia nacional ni políticas de estado. 
  2. La Identidad requerida no implica uniformidad ni masificación, sino “unidad en la diversidad”.

  1. La libertad de pensamiento individual debe armonizarse con la “unidad de concepción” compartida por el conjunto, imprescindible para asegurar el principio de  “unidad de ejecución”.

  1. La unión nacional exige a la conducción superior mediar entre opuestos no antagónicos de la comunidad de pertenencia, para lograr la síntesis imprescindible de voluntad, acción y poder transformador.

  1. El todo es más que la suma de las partes, porque tiene un “alma” que trasciende el concepto burocrático y apático de la organización.