sábado, 22 de octubre de 2016

Clase IV “VIGENCIA Y ACTUALIZACIÓN DE LA TERCERA POSICIÓN”



Clase IV

“VIGENCIA Y ACTUALIZACIÓN DE LA TERCERA POSICIÓN”

Principales conceptos

  1. La concepción de la tercera posición nace de un pensar estratégico “situado” en nuestra realidad, para servir los intereses argentinos permanentes.

  1. El “sujeto histórico” de esta visón geopolítica es la comunidad nacional, cuya doctrina prevé la evolución del nacionalismo al continentalismo y luego al universalismo (no al mundialismo de las corporaciones).

  1. Ya en 1953 esta concepción propuso la integración de Suramérica a partir del proyecto ABC con los grandes estadistas: Perón por Argentina, Vargas por Brasil e Ibáñez por Chile.

  1. Y en 1957 celebró como propia la firma de los Tratados de Roma, entre la Francia de De Gaulle, la Alemania de Adenauer y la Italia de De Gaspari, gérmen de la Unión Europea (UE).

  1. Ambas acciones surgen de la unión cultural sedimentada en valores superiores y orientan la integración económica fortaleciendo a los Estado nacionales. La clave: proyectarse juntos hacia el exterior ante los imperios de postguerra (Washington y Moscú).

  1. Estos imperios fracasaron al prometer un nuevo orden internacional equitativo y justo, culminando en la codicia desbordada del llamado “capitalismo salvaje” (Juan Pablo II) y el totalitarismo soviético del “capitalismo de Estado”. 
  2. La unión económica basada en la integridad de los Estados fue declinando hasta ser infiltrada primero y sustituida después por una economía dominante, arbitrada por las corporaciones transnacionales.

  1. Entre las décadas del 80 y 90 la decadencia política general consideró al mundialismo económico y la globalización tecnocrática un determinismo inmodificable y no una alternativa derivada de relaciones de poder, por el predominio del gran mercado financiero y las nuevas tecnologías.

  1. Los partidos “conservadores” trataron de asumirla a expensas de convertirse en neoliberales, y los partidos “socialistas” acompañaron el proceso al precio de transformarse en meros moderadores de sus peores efectos y no en verdaderos reformadores del régimen.

  1. Esta abdicación de las burocracias políticas de las competencias fundamentales de los gobiernos y Estados nacionales, agravó la crisis de representación y representatividad del  sistema institucional formal de la democracia no participativa.

  1. La “clase política”, impotente para modificar esta situación, se aisló cada vez mas de las necesidades y aspiraciones ciudadanas y, encerrada en sí misma, tejió una trama oscura de interese espúreos y corrupción impune.

  1. La desigualdad impuesta por las maniobras del ”tecnocratismo” y el “burocratismo”, como se da en Bruselas, sede de la UE, amenaza ahora lo básico del sistema  democrático; y genera por “ derecha “ o “izquierda” nuevas organizaciones que articulan el descontento popular, aún con  coaliciones endebles (Podemos; Ciudadanos; Cinco Estrellas; Syriza; etc).


  1. El fenómeno se expande en todos los países, con corrientes  aislacionistas y separatistas como observamos, entre otros, en Inglaterra (Brexit), Francia, Italia, España, Grecia, Alemania,  Austria e incluso Estados Unidos.

  1. Por tal razón, el “sujeto jurídico” para efectuar las reformas necesarias, al sistema institucional, sin caer en aventuras riesgosas, es el Estado nacional; que debe abrirse a la participación de la sociedad, desechando las estructuras cerradas e insensibles y la tentación autoritaria.

  1. La máxima responsabilidad es política, no técnica, para estimular el desarrollo real e integral, y no el “rescate” falaz de la usura financiera, hipotecando el futuro con  empréstitos.

  1. La sabiduría de la gran política y no la ignorancia de la “pospolítica”, tiene que persuadir, dialogar y concertar, para convertir la adversidad en acicate de la conciencia colectiva y mejorar la práctica social interna.
  2. La unión, pacificación y estabilidad del país es siempre el recurso estratégico más importante.

  1. Desde este cimiento debemos concentrarnos en como aprovechar las oportunidades que los cambios de ciclo plantean, para implementar una diversificación productiva sustentable e inclusiva, con peso regional y presencia internacional.


  1. El desorden mundial con aumento de la conflictividad política, económica, militar, migratoria y étnica exige una agenda exterior con énfasis en el interés nacional, sin funcionarios de mentalidad dependiente (sumisos a la “colonización pedagógica” que señala Jauretche).

  1. Esta agenda, consensuada parlamentariamente, debe proteger nuestros valores e intereses esenciales en los acuerdos internacionales y ser especialmente cauta en los llamados “tratados de libre comercio” con asimetría económica.

  1. Nuestro eje principal es: la soberanía política con cohesión territorial y sin alineamientos automáticos; la independencia económica razonable y con impulso al desarrollo científico-tecnológico propio; la cultura del trabajo y la justicia social; y el respeto a los derechos fundamentales de las personas y los pueblos.

  1. Es el momento de aprovechar el resurgir del “proteccionismo” que se está verificando incluso en los países más desarrollados, para repatriar capitales argentinos en el extranjero, con atención a un criterio productivo y no especulativo.

  1. Agregar valor a nuestras exportaciones agrarias y asociarse eficazmente con las corrientes de intercambio que amplíen la matriz productiva y potencien nuestro desarrollo industrial.

  1. La Argentina tiene un gran potencial por su posición geográfica, producción alimentaria, reservas acuíferas y desarrollo nuclear que la habilitan para una diplomacia superior. En este contexto, reafirma su vocación por la paz regional y mundial, y su destino de tierra de promisión.


No hay comentarios:

Publicar un comentario