PERÓN: HA SIDO, ES Y SERÁ
- Con esta expresión queremos afirmar que su
filosofía humanista y pensamiento estratégico siguen vigentes históricamente,
por encima del oportunismo y la impericia de quienes no siguieron sus enseñanzas ni aman su recuerdo.
- La doctrina nacional no es un dogma sectario ni
excluyente, porque comprende la soberanía política, la independencia económica
y la justicia social válidas para todos los argentinos.
- La historia demuestra, por el absurdo, como la
dependencia y la injusticia frustraron nuestro desarrollo. Y hoy reafirma
nuestros principios esenciales cuando la propia banca mundial dice que ”el
ciclo de especulación financiera global está agotado” (Informe Barclay).
- Una ola de indignación social, aún en los países desarrollados,
confirma el rol indelegable de los Estados Nacionales para asegurar la
identidad, la prosperidad y la participación de los pueblos; exigiendo la
actualización de la política y la transparencia de sus procedimientos.
- Ante este desafío, la vocación militante no consiente
una actitud ociosa o banal. Encarna un conocimiento en acción: no piensa por
pensar, piensa para hacer; y no habla por hablar, habla para organizar.
- Así, el militante libra una batalla de presencia
permanente en su territorio, forjando los nuevos liderazgos comunitarios; y el
enlace generacional que amalgama, potencia y da continuidad al movimiento tras
sus grandes consignas.
- En la gran política, no la politiquería, lo mas
importante es decidir desde lo propio el “modelo de país” que anhelamos .En
esta tarea, el grado de unión y pacificación a lograr por la concertación de
políticas de Estado, es siempre el
recurso de conducción mas importante.
- La cuestión no es optar ideológicamente entre un
aparato público grande o reducido, sino construir “un Estado eficaz” con funcionarios probos
bien supervisados, capaces de potenciar en la práctica los fondos
presupuestarios aportados por el pueblo.
- En el marco republicano es menester perfeccionar el
ejercicio de la democracia representativa (gobierno de, por y para el pueblo),
con la “democracia participativa” (gobierno con el pueblo).
- La “cultura del trabajo” trasciende la noción
capitalista de remuneración y subsistencia, porque es el eje de toda
organización e integración social. Una comunidad, sin los deberes y derechos
del esfuerzo productivo, marcha a su decadencia política, destrucción económica
y polarización violenta.
- Para establecer y compartir un Estado de justicia,
ecuánime y sólido, nuestra fuerza social debe transformarse de factor reactivo
de presión a “factor proactivo de poder”,.
- La vigencia de la “tercera posición”, equidistante
de viejos y nuevos imperialismos, se manifiesta frente a la globalización
tecnocrática y la mundialización financiera. Ambas acciones vulneran las
fronteras nacionales y requieren respuestas creadoras, sin dirigentes ni
funcionarios coptados por la ”colonización pedagógica”.
- La dinámica geopolítica de la región y el mundo, necesita
una planificación seria de la “organización territorial nacional” sobre una
matriz estratégica sustentable. Implica una expansión demográfica en relación
fructífera con nuestros recursos naturales y geográficos, aunando dos axiomas
fundamentales: gobernar es poblar (Alberdi) y gobernar es crear trabajo
(Perón).
- “La única verdad es la realidad”: la llamada
pospolítica, con la excusa de la modernidad, niega los hechos y situaciones que
debería transformar positivamente
implementando medidas concretas.
- La militancia que celebramos por sus cualidades
morales se expresa en: respeto sin temor, adhesión sin obsecuencia y lealtad
sin sumisión.
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