Tendencias en la mueva escena global:
“NACIONALISMO POLÍTICO Y
PROTECCIONISMO ECONÓMICO”
Principales
conceptos
- La globalización tecnológica y
finaciera, por su concentración de poder arrasa toda decisión propia, aún
de los países más desarrollados.
- La
matriz especulativa del “capitalismo salvaje”, carente de reglas, baja sus
costos al mínimo y aumenta sus ganancias al máximo, deformando el
intercambio internacional a favor del “mundialismo privatista” de la
corporaciones.
- Este
proceso se presenta inspirado en el “principio” de competencia, pero opera
sin transparencia para presionar gobiernos, vulnerar normativas, evadir
impuestos y obtener ventajas dominantes del mercado.
- A la
vez, oculta la propiedad de la acumulación transnacional en una red intrincada
de “ingeniería” accionaría, infligiendo déficits comerciales artificiosos
a los países soberanos.
- Así se
establecen monopolios y oligopolios que ”dibujan flujos comerciales,
tecnológicos, de servicios y patentes para eludir el control estatal. Esta
relación aritmética, acentuada en las últimas décadas, ocurre a expensas
del deterioro ambiental, la enajenación de recursos naturales y geográficos
y la destrucción masiva de puestos de trabajo.
- La cultura del trabajo es dañada
como factor de dignificación personal y eje organizador e integrador de la
comunidad. La desigualdad y la falta de
oportunidades de empleo y progreso alteran la situación social hasta
hacerla inmanejable.
- Paralelamente,
la “comunicación mediática” transnacional, con el vertiginoso impacto de
las grandes cadenas, por encima de toda asimilación informativa, descarta
los valores calificados de “viejos”, sin aportar nada a una nueva ética de
convivencia y solidaridad.
- En una fase decadente, se da la exhibición irritante de la opulencia,
el menosprecio de los sectores medios y populares y la apología directa o
indirecta de la delincuencia en sus múltiples manifestaciones.
- Con este panorama desgastante, el ciclo transnacional actual se
satura en sí mismo. En lo político, el rechazo creciente empieza a buscar
alternativas por fuera de la “clase dirigente” cerrada en sus propios
negocios.
- En
lo económico, la gran banca finaciera aconseja a sus asociados, dejar los
planes de la llamada “renta fácil” para invertir en activos reales, blanqueando
parte del capital.
- De este modo, se resiente el
dogma que vincula la democracia con
el desarrollo capitalista, planteando una etapa de nacionalismo y
proteccionismo, como tendencias de la nueva escena global.
- En este sentido, suma el descrédito total de las encuestas, los
análisis y la prensa que, sin objetividad ni equilibrio, sirven
ostensiblemente a intereses de círculo.
- Ahora, no debería preocuparnos tanto el congraciarnos con los
nuevos personajes hegemónicos, sino asimilar esta lección histórica desde
un pensar situado en la experiencia argentina. La dependencia intelectual
y material externa, está unida a la frustración interna de la realización
nacional.
- El poder “simbólico” del dinero, por la sobreemisión de divisas en papel, más la creación de
dinero electrónico, tiene una valoración “virtual”, apuntalando en
despliegues imperiales y bélicos.
- Para ejercer su influencia en la realidad concreta lo simbólico
necesita contar con dirigentes locales cooptados por la “colonización
pedagógica” (pensamiento “correcto” o dominante).
- En la lógica de la verdadera
conducción no hay que negar la realidad, que es la verdad, sino
transformarla positivamente en función del bien común.
- En esta instancia de cambios dramáticos, que derrumban esquemas
considerados “eternos”, tenemos la oportunidad de concordar el modelo de país
que anhelamos y construirlo entre todos.
- Reencontrar la equidad y la ecuanimidad perdida, asegura la
libertad, que sin justicia es libertinaje y culmina en opresión. Por consiguiente:
defender el trabajo argentino, ampliar la plataforma industrial y
resguardar el mercado interno; pero evitando que el abuso de la protección
lucre con una producción cara y mala.
- No practicar el “libre comercio” al revés con tratados bilaterales
leoninos y empréstitos onerosos e improductivos, que pagan “comisiones” a
los funcionarios y gestores.
- Impulsar la aplicación científico-tecnológica propia, aumentado la
calidad de nuestras exportaciones. Promover al capital de riesgo e
inversión, neutralizando las operaciones especulativas, y descartando los regímenes
extremos de cualquier signo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario