viernes, 20 de septiembre de 2019

EL CASO DE LA DEGRADACIÓN EN TRAICIÓN

ANA Y JULIÁN

EL CASO DE LA DEGRADACIÓN EN TRAICIÓN

El cambio fundado de ideas es legítimo, por distintas causas razonables, y no implica ninguna decisión reprochable.

Responde a la dinámica cambiante de la acción política, y las variaciones evolutivas o involutivas de decisión autónoma de cada uno.

Esto ocurre habitualmente en nuestro menester; y sólo afecta la vida y la militancia de quien asume nuevas obligaciones partidarias, nos gusten o no.

Nos referimos, obviamente a las actitudes de buena voluntad, no interferidas por intereses espúreos.
Por lo contrario, la flagrancia evidente, por oportunismo y acomodo, degrada todo lo dicho y lo hecho a la descalificación desdeñable de “traición”.

Esa es la diferencia culpable que marca a fuego para toda la vida, pues se vuelve inexcusable e imperdonable.

Tarde o temprano el provocador de esta estafa se queda solo, y su indigna secuela atenta contra él mismo.

No es difícil saber a quien estamos señalando en este documento, para nuestros cuadros territoriales, sociales, educativos y técnicos, leales y precavidos.

Esto es importante por el abuso de “noticias falsas”, de un oficialismo sin autoridad, que trata de cubrir así la falta de contacto directo con la gente y sus problemas reales y urgentes.


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