viernes, 28 de julio de 2017

ALGUNOS CRITERIOS DE PRÉDICA PARA CUADROS



ALGUNOS CRITERIOS DE PRÉDICA PARA CUADROS

La falta de credibilidad de la prédica política

La palabra de la vieja y nueva partidocracia ha perdido toda credibilidad, anulando la función ordenadora de la concepción, organización y acción política; y complicando aún más, el divisionismo y caos actual. Cualquiera dice cualquier cosa y promete lo que no va a realizar, en el festival de engaños, consentidos por la llamada “opinión pública”, de un juego electoral superficial que excluye  cínicamente los principios y valores esenciales.

Todo lo contrario de trabajar motivando creencias positivas, expectativas razonables, ideas factibles y tareas realizables. Surge entonces la exigencia de una conversión profunda que limite la retórica y suprima los contenidos fingidos, aportando la creatividad y la experiencia que cada uno puede sumar, cultivando un estilo realista de convivencia, sin exagerar los defectos ni las virtudes de quienes postulan intereses definidos y aspiraciones concretas.

La historia señala que en la etapa preparatoria de los movimientos transformadores actúan “grandes escritores”, que influyen selectivamente sobre los líderes con talento para emerger de la crisis. Pero que, ya en la convocatoria multitudinaria de estos mismos movimientos, la iniciativa es de los “grandes oradores”. En ambos casos, se trata de pensadores nacionales que reflexionan sin colonización mental y se dirigen directamente a objetivos bien señalados para facilitar su logro.

De igual modo, deben actuar los “grandes cuadros” de la base social, sintiendo que su principal acicate es la situación de su comunidad. Y en esa pertenencia, escuchar los reclamos crecientes de trabajo, justicia y seguridad elementales para hablar luego de un plan de desarrollo. Son cuadros del orden territorial, cuya misión dura toda una vida, lo cual los inclina a una conducta equilibrada: sin fanatismo ideologista ni pragmatismo conformista según el péndulo tan habitual y dañino del acomodo coyuntural.

Diferencia entre dogma y doctrina

La doctrina es una línea coherente y sistemática con criterios probados para comprender los problemas que nos afectan, y ayudar a proponer  soluciones prácticas. Se diferencia claramente del dogma cerrado sobre sí, que pretende inculcar preceptos obligatorios, fijados en un tiempo determinado y que se anquilosan por persistir aislados de la dinámica permanente de la realidad.

De allí que la doctrina deba actualizarse por etapas, sin traicionar las pautas filosóficas que la sustentan, para atender las contingencias de la evolución. Esta actualización abarca hoy los procedimientos orgánicos que incluyen nuevas estructuras de agrupamiento y representación. Métodos de acción que asumen tácticas novedosas surgidas de una gran amplitud social, y no sólo del tradicional ámbito partidario y gremial. Y también caracteres de mayor participación y protagonismo compartido en el sistema de conducción y su pleno despliegue geográfico contra la rémora del caciquismo.
Todo aquello que no signifique naturalmente “capacidad de adaptación” pesará en contra de la autocrítica constructiva que hay que explicitar, no murmurar, con el agregado de propuestas acordes para salir del laberinto, suturar heridas, y moderar las ambiciones. Causas que suman a la incredulidad popular y violenta la conciencia de la unidad como factor de triunfo.

Conocer la naturaleza humana

El liderazgo en la base debe profundizar su conocimiento de la naturaleza humana. Es decir, tomar distancia de quienes exaltan el optimismo o el pesimismo, no fundamentado, de una situación, sin que esto conlleve caer en la indiferencia o el escepticismo. Contra tales extremos, son famosos los recursos del liderazgo persuasivo de Perón, y su ejercicio del humor y la ironía para desarmar las trampas de las falsas antinomias.

Necesitamos avanzar en la organización participativa del Movimiento según sus propias indicaciones sucesorias, en vez de inventar verticalismos que  correspondieron a momentos históricos fundacionales y por ende irrepetibles. Por eso hay que expresar liderazgo; sin arrogancia, entusiasmo sin triunfalismo y prestigio sin ficción. Y en el nivel de la militancia: respeto sin temor, adhesión sin obsecuencia y lealtad sin sumisión.

Lo mejor de la naturaleza humana es el rescate de su dignidad, fuente del plexo de derechos y deberes, que pueden construir una comunidad de realización a partir de una búsqueda sincera de sentido y trascendencia. El mejor enlace con nuestra gente tiene esta dirección espiritual, lejos de la predicción lúgubre o catastrófica, para acentuar la satisfacción del hacer común. Un planteo esperanzador, sin desconocer por ingenuidad los obstáculos que provenientes del odio, el prejuicio y la codicia.

Poder seleccionar para saber elegir

Observar con discernimiento la vida, especialmente en el plano pasional de la política, debe servirnos  para afirmar o para dudar, según nuestro libre albedrío. Y para asumir las consecuencias de nuestros aciertos y errores; salvando el “principio de responsabilidad”  de la genuina voluntad de conducción. Si los partidos del sistema han burlado la finalidad de las primarias, para concentrar en pocas manos la designación discrecional de miles de candidatos, habrá que implementar otros mecanismos. Porque lo fundamental es que la “selección” la haga el pueblo votando y no la manipulación de los círculos de influencia y presión.

Este proceso evolutivo no se reduce a la juvenilia,  irrespetuosa de la sabiduría, que hoy campea como apología de la antipolítica “posmoderna”. El trasvasamiento no es la sustitución banal de la experiencia por el esquematismo, sino el consenso sobre los grandes objetivos nacionales y vías de ejecución eficaz.

                                                Buenos Aires, 1 de agosto de 2017.
                                                                                 Julián Licastro

domingo, 16 de julio de 2017

LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO Y LA COMUNICACIÓN VENCE AL ESPACIO



LA ORGANIZACIÓN VENCE AL TIEMPO
Y LA COMUNICACIÓN VENCE AL ESPACIO


La clave de la organización permanente

La lamentable descomposición posperonista en sectores impotentes para modificar una situación compleja, puede convertirse en un escenario reversible después de unos comicios que han perdido significación dentro de la gran política. Más allá de candidaturas maquilladas en la reductiva matriz televisiva, donde no hay lugar para el debate serio que “aburre”, avanza un proceso histórico que, en su eclosión , puede dar oportunidad a una elección verdadera acicateada por la doble estimulación que representa la codicia económica regresiva por derecha y la anarquía social inconducente por izquierda.

Todavía, sin embargo, es la hora de los “pos”. La pospolítica que entraña la sustitución gerencial de la conducción democrática; la posverdad que es la mentira de los fanatismo de uno y otro signo; el poscapitalismo como el reino de la especulación improductiva; y la posmodernidad destructora de los valores de identidad cultural e intercambio no monocorde con las otras culturas y pueblos soberanos. Este proceso se acelera porque es inviable, y también por las torpezas, excesos y cegueras de los dirigentes actuales, y su celebridad tan vacía como efímera.

Los protagonistas que vienen son otros: cuadros formados y bases realistas, con necesidades, demandas y aspiraciones concretas, que quieren construir un país entre todos aprovechando su potencialidad extraordinaria, que no merece un tratamiento colonial. Pero esta reivindicación natural, para no frustrarse, comprende una labor inteligente de análisis integral, actualización doctrinaria de procedimientos, prédica veraz y capacitación intensiva de la militancia del orden territorial, clave de la organización permanente.

Análisis situado de la realidad

¿Cuáles son las motivaciones que nos conmueven a tantos compañeros para hacer esta tarea? La crítica del abuso de poder violentando el sistema institucional; las reformas sesgadas y facciosas que no terminan con las perversiones más evidentes de la “democracia”· que desacreditan; y los excesos casi totalitarios de la función propagandística de los aparatos mediáticos monopolizados que anulan cualquier margen de periodismo independiente y confunden la interpretación pública de la actualidad. Es la comunicación al revés que nos aísla, divide y fractura.

Por eso es imprescindible analizar situadamente los datos objetivos de la realidad y profundizarlos para descubrir los factores de poder que los determinan de modo encubierto. Y luego transmitir la información con una red de enlace y canales alternativos a al trampa establecida por “el medio es el mensaje”, la cual invalida aún las buenas exposiciones y declaraciones periodísticas.

Oponerse a un sistema transnacional tan poderoso y dominante, donde se copia hasta el formato del programa local más banal, requiere una gran capacidad analítico-sintética para intentar trasmitir verdades, a la vez conceptuales y empíricas, dirigidas a los movimientos de acción. Constituye así un reclamo de coherencia, fundamentación crítica y práctica; y una prueba de sus convicciones en la prédica, los gestos y las conductas concretas. El esfuerzo, primeramente en soledad, debe abrirse al contacto con la militancia y contagiarse de la dignidad de quienes resisten el prejuicio, la distracción y el engaño.

La estructura de un lenguaje creativo

Es imprescindible conocer y respetar la dinámica entre la libertad personal y el marco de criterios comunitarios de una sociedad que resiste el vasallaje. El adversario es la conjunción entre los centros imperiales o hegemónicos y la prensa globalizada. El desafío es alcanzar voces de prestigio por su aptitud pensante y actitud ética, generadoras de contenidos comprensibles y atractivos que demuestren compartir vivencias e historias de lucha.

Necesitamos formular la estructura del lenguaje adecuado a la tarea de pensar para hacer y de hablar para organizar, con un poder expresivo equidistante de la improvisación balbuciente y el racionalismo extremo. La materia prima es al idea viva acompañada de los valores esenciales y los sentimientos solidarios que las consolidan. Así se articulará un lenguaje creativo, distinto a la utilería comercial de los “asesores de imagen”, y más eficaz y honesto para dar respuesta precisa a las preguntas acuciantes de la sociedad.

Un nuevo modelo de comunicación

Encontrar las expresiones justas utilizando la riqueza de nuestro idioma, implicará ir alcanzando un nuevo modelo de comunicación que supere la robotización informática y mediática. Y de esta manera fortalecer, por sobre toda distancia, las relaciones humanas con emociones sinceras de enlace espiritual. Caracteres valiosos que formarán parte de un nuevo ciclo histórico de renovación de las viejas cúpulas partidarias y gremiales atacadas, con pocas excepciones, por los males del desgaste, el escepticismo y la corrupción.

En el eje de un conocimiento promotor de la comunidad organizada y libre, es la hora del trasvasamiento generacional. Sus principales misiones son defender una democracia participativa substancial; criticar son fervor las causas y consecuencias de la declinación del país; y cubrir el vasto despliegue geográfico argentino con las banderas genuinas de los intereses y aspiraciones del bien común nacional.

                                                     Buenos Aires, 16 de julio de 2017.
                                                                      Julián Licastro