EL ESPÍRITU DE
COINCIDENCIAS, ACUERDOS Y ALIANZAS
Nuestra situación se resume en dos visiones
claramente diferenciadas: la autoritaria que ordena y manda, cerrada en sí
misma; y la comunitaria que orienta y conduce , urgida a la búsqueda de
coincidencias esenciales.
En un país muy dividido, todos los grandes partidos
están fraccionados, haciendo necesario concitar apoyos aptos para un margen de
maniobra suficiente al triunfo electoral; y luego útiles a la gestión de un
nuevo periodo en condiciones difíciles.
Aquellos abroquelados en una arrogancia rígida, de
omnipotencia inviable, tendrán menos chances de una sumatoria estratégica, que
quienes tracen un espacio de encuentro capaz de atraer una convocatoria plural.
Y estar dispuestos, además, a perfilar un rumbo definido en la reconstrucción y
actualización argentina.
No se trata de una teoría ideológica ni académica,
aunque el fin del pensamiento es la razón, pero su resultado práctico es la
obra. Por el contrario, el adversario acérrimo difunde, al revés, el conocido
aforismo de un verdadero estadista: porque “prometer es más fácil que
realizar”; convalidando los engaños de un año electoral, al peor estilo de la
vieja política que propuso cambiar.
Antes de detallar la técnica de aliarse, conviene
volver a las fuentes reflexivas para inspirar nuestra resolución; pero siempre
destacando la energía espiritual que primero resiste y después impulsa un
esfuerzo de reclamación legítima. Condición para vencer el miedo a la libertad,
salir de la soledad y unirse.
Nada vale sin reconocer nuestro pasado que es
identidad, con sus éxitos y desaciertos, ni proyectar nuestro futuro con un
plan eficaz. ¿O nos avergüenza nuestra cualidad ante la intimidación de lo
extraño, del cual podemos emular algunos elementos pero sin subordinarnos?
Importa una conducta responsable y no la simple
imitación; o la lucha de egos suicida, vista en un oficialismo crujiente por
falta de contención directiva. En vez de la solidez que predicamos para nuestro
despliegue, actuante en un protagonismo creativo.
Aprendamos a coordinar, concentrar y dispersar
nuestras fuerzas, para reunirlas en los momentos decisivos. Dinámica
desconcertante para un rival lineal, repetido en operaciones calcadas. Este es
el ánimo, librado de fanatismos y agravios, en las alianzas bien hechas, sin
reducción testimonial y con misión soberana transformadora de la realidad.
Buenos Aires, 17 de abril
de 2019.
No hay comentarios:
Publicar un comentario