miércoles, 10 de abril de 2019

LA NUEVA HORA DE LA COMUNIDAD NACIONAL




LA NUEVA HORA DE LA COMUNIDAD NACIONAL

Ante el fin natural de un ciclo desgastado se abre la perspectiva de un pueblo que, debe identificarse primero consigo mismo, valorando lo propio, para vincularse libremente en el concierto mundial. Este es el real trasfondo cultural del impulso creativo y amplio de sus integrantes, del cual emerge la recuperación de la “Nación”, proveyendo a sus necesidades básicas, protección colectiva y solidaridad no indolente.

Una forma de superar la brecha evidente entre igualdad de derecho y desigualdad de hecho, eludiendo pacíficamente la falsa antinomia de la autarquía aislacionista o la apertura indiscriminada.

La comunidad no existe sin proyecto, mientras el esfuerzo de realizarlo se expresa en una voluntad de convivencia sin engaño, ni angustias, porque implica proponerse un destino y comprometerse a cumplirlo. Un proyecto “idealista” que señala un gran objetivo para salir de lo  errático, junto a una metodología “realista” que define metas y procedimientos viables, especialmente en producción, trabajo e innovación científico - tecnológica.

Necesitamos el apoyo consciente y explícito de las grandes mayorías hacedoras de historia, y una conducción como sistema organizado y flexible, para aceptar críticas fundadas y promover actualizaciones imprescindibles, conforme a la vasta gama de actividades del país.

Alentamos un nuevo comienzo, recordando lo mejor de la experiencia de las distintas etapas de un pensamiento de categoría estratégica; pues nos han sobrado retóricas partidarias, pero nos han faltado buenos planes, coincidencias programáticas y acuerdos esenciales.

La principal decisión es política, en los términos de un estadismo coherente y eficaz, convencido de que la fuerza sin justicia ni diálogo es violencia. Clave para congregar apoyos sinceros al sentido y sentimiento de un rumbo insobornable.

Las presiones de una globalización asimétrica y su reflejo en una geopolítica fragmentaria agudizan los conflictos de la marginalidad dependiente; motivándonos, por prevención del desastre, a trascender egoísmos, sectarismos y vanas ambiciones de omnipotencia.

Si la estrategia se beneficia de la historia, como afirman los magisterios ejemplares de este arte, es preciso recoger sus enseñanzas vitales, plenas de luchas, derrotas y victorias.

Buenos Aires, 4 de abril de 2019.

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