LA NUEVA HORA
DE LA COMUNIDAD NACIONAL
Ante el fin natural de un
ciclo desgastado se abre la perspectiva de un pueblo que, debe identificarse
primero consigo mismo, valorando lo propio, para vincularse libremente en el
concierto mundial. Este es el real trasfondo cultural del impulso creativo y
amplio de sus integrantes, del cual emerge la recuperación de la “Nación”,
proveyendo a sus necesidades básicas, protección colectiva y solidaridad no
indolente.
Una forma de superar la
brecha evidente entre igualdad de derecho y desigualdad de hecho, eludiendo
pacíficamente la falsa antinomia de la autarquía aislacionista o la apertura
indiscriminada.
La comunidad no existe sin
proyecto, mientras el esfuerzo de realizarlo se expresa en una voluntad de
convivencia sin engaño, ni angustias, porque implica proponerse un destino y
comprometerse a cumplirlo. Un proyecto “idealista” que señala un gran objetivo
para salir de lo errático, junto a una
metodología “realista” que define metas y procedimientos viables, especialmente
en producción, trabajo e innovación científico - tecnológica.
Necesitamos el apoyo
consciente y explícito de las grandes mayorías hacedoras de historia, y una
conducción como sistema organizado y flexible, para aceptar críticas fundadas y
promover actualizaciones imprescindibles, conforme a la vasta gama de
actividades del país.
Alentamos un nuevo
comienzo, recordando lo mejor de la experiencia de las distintas etapas de un
pensamiento de categoría estratégica; pues nos han sobrado retóricas
partidarias, pero nos han faltado buenos planes, coincidencias programáticas y
acuerdos esenciales.
La principal decisión es
política, en los términos de un estadismo coherente y eficaz, convencido de que
la fuerza sin justicia ni diálogo es violencia. Clave para congregar apoyos
sinceros al sentido y sentimiento de un rumbo insobornable.
Las presiones de una
globalización asimétrica y su reflejo en una geopolítica fragmentaria agudizan
los conflictos de la marginalidad dependiente; motivándonos, por prevención del
desastre, a trascender egoísmos, sectarismos y vanas ambiciones de
omnipotencia.
Si la estrategia se
beneficia de la historia, como afirman los magisterios ejemplares de este arte,
es preciso recoger sus enseñanzas vitales, plenas de luchas, derrotas y
victorias.
Buenos Aires, 4 de abril
de 2019.
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