EL SENTIDO PROFUNDO DE LA PRUDENCIA
Ante la
dinámica de una situación incierta, no hay que ser ingenuos ni provocadores,
sino prudentes.
El sentido
profundo de la prudencia implica
“adecuar los medios al fin”.
En nuestro
caso, contribuir a la estabilidad del país, sin ceder posiciones a quienes
buscan descargar su responsabilidad actual, en la propuesta de “recuperar la
esperanza del futuro”.
En cuanto al
proceso personal, no es ilegítimo cambiar, de buena fé, de idea o lugar de militancia.
La perversión
del estilo político existe, únicamente, cuando se degrada a “traición” por
oportunismo e intereses espúreos.
Así lo
comprobamos en los voceros más hirientes de un oficialismo desesperado por
mantener sus privilegios.
Buenos Aires, 3 de septiembre de 2019.
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