LA LUCHA LEGÍTIMA EN EL ÁMBITO
DEMOCRÁTICO
Lejos de
plantearse entre “política y antipolítica”, indica el balance variable de
relaciones de fuerza que obliga paralelamante a presionar, discutir y dialogar.
Esta exigencia
suscita los consensos necesarios, en temas vitales para la comunidad nacional,
trascendiendo los circuitos partidarios cerrados.
Por el
contrario, actuar con necedad, destruiría la sociedad, y multiplicaría nuestros
altos niveles de violencia.
La humildad es
imprescindible para no aislarse, en una crisis con urgencias, y otros problemas
recurrentes y complejos.
El tiempo
necesario es impreciable, pues pertenece a la entidad superior de la
evolución histórica.
Pretender
“controlar” al tiempo, y no reconocer críticas ni errores, provoca destrato,
arrogancia y un autoritarismo indignante.
Es la vanidad
letal de endiosarse y subestimar al pueblo sojuzgado.
Lo crucial es respetar
sus reclamos y anhelos, pues este pueblo, finalmente, movilizará hacia la
victoria sus energías reivindicativas.
Clave para lograr,
por la emulación y el ejemplo, la pacificación espiritual, la reconstrucción
material y la elevación ética y moral del ser argentino.
Buenos Aires, 4 de septiembre de 2019.
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