El
abuso ideológico de terminología vacía de contenido
En el viejo juego mediático de los relatos
justificativos, sea de regímenes totalitar ios
o autoritar ios, es conocida la ar gucia de repetir mecánicamente “consignas” vacías
de sustancia y por ende, estériles par a aproximar se
e intervenir en la realidad de los hechos. Son palabras proclives a utopías y quimeras “intelectuales” de quienes no sienten un
compromiso vital con la problemática situada en nuestra latitud geográfica e
histórica. Temática candente, par a
resolver las cuestiones pendientes del aquí y ahora lidiando con lo urgente, lo
importante y lo posible.
Este último abordaje, que es responsable y
eficiente, fuera de adjetivaciones ambiguas y divisorias, trata de seleccionar y concentrar
nuestros valores y recursos en un esfuerzo planificado de desar rollo integral; lo cual exige la habilidad
operativa de compactar un número
considerable de fuerzas en el despliegue nacional y no sólo en los eventos programados con utilería y claque
teatral. La idea tráscendente es, en cambio, encaminar
con seriedad y constancia una serie de pensamientos diversos, par a su convergencia en los grandes rasgos del país
que queremos y podemos hacer. La “imagen-objetivo” vertebradora de una
planificación exhaustiva.
Reivindicar
al pensador- planificador con metodología de acción
A diferencia del mercenar iado intelectual de empleo
oportunista, y por eso sin coherencia ni profundidad, los cuadros político-técnicos
deben sintetizar , en un continuo de
pensamiento y acción, lo aprendido, evaluado y vislumbrado en la dinámica
inspiradora de la situación vivida, extrayendo conclusiones objetivas y
sinceras, a fin de formular líneas y
programas de trabajo real y sostenido.
Sólo esta actitud fraterna y generosa, en la
hora de la muerte del individualismo egoísta del “todos contra todos”, brindar á mejores opciones y alternativas de conducción y
gobierno, superando de paso la apología de la mera gestión administrativa, o el
desencanto del voluntar ismo, bien
intencionado pero car ente de
metodologías adecuadas y medios suficientes.
La anomia de la decadencia o el
equilibrio de deberes y derechos
Junto con la tendencia terminal de insistir
en un “modelo” agotado de capitalismo prebendar lo
ligado como nunca al cohecho, y con un funcionar iado
acrítico y pasivo, hay que evitar la
remanida receta liberal de inflación, especulación, desinversión, ajuste social
y conflictividad popular . Porque
esta ecuación afecta el anhelo del despegue ar gentino
con conocimiento, cultura, producción y trabajo.
Concepción ésta que recusa el “igualitar ismo” declamativo y estático que, vía el
asistencialismo crónico, proletar iza
indefinidamente a la familia del trabajador desocupado, cautivo políticamente
del subsidio distorsionado; ocultando desviaciones de ingentes fondos públicos
a la apropiación privada por la corrupción estructural.
La igualdad real de las oportunidades
de movilidad social
En el idear io
justicialista la igualdad, al servicio de la dignidad, y no la indolencia
funcional a la exclusión, tiene otra dimensión moral y material. porque
propugna decidamente la creación de trabajo genuino, sin sustituir a la empresa
productiva, pero creando condiciones promotoras de empleo efectivo y en blanco.
Hoy esta misión irrenunciable, frente a la resistencia de algunas corporaciones
que lucran con el “ejercito industrial d reserva”, que baja sueldos y destruye
empleo, implica un sistema combinado de formación profesional, cooperación
sindical, eficacia laboral, y apoyo creciente a las iniciativas asociativas de
todo tipo, válidas par a luchar contra la resignación, la dejadez y la
indiferencia.
Importa reiterar ,
entonces, que la ansiada “reintegración del humanismo” en la sociedad, par a que ésta evolucione hacia una comunidad
organizada, únicamente se producirá por la “cultural de trabajo”, llamada así,
con categoría filosófica, porque implica rescatar
principios, valores y criterios constructivos de validez irremplazable. Una
gesta de la gran política, no de la politiquería, que debe remover y dejar de lado hábitos perniciosos causante del retraso,
el abandono y la dádiva, sin brindar
esperanzas ciertas de inclusión definitiva de los mar ginados
en la patria de todos. [21.7.14]
No hay comentarios:
Publicar un comentario